Desde el retiro de una pequeña localidad polaca, Opole, Jerzy Grotowski ha influido en el desarrollo del teatro moderno con una fuerza que, quizá desde Stanislavski o Antonin Artaud no se conocía.
Grotowski nació en Rzeszlow (Polonia) en 1933. Estudió y se graduó en Moscú, pero nunca denominó «profesión» a su trabajo como director de teatro, porque se consideraba «un artesano».
Ahora que ha muerto Grotowski en su casa de Pontedera, en la Toscana italiana, su Teatro Laboratorio, creado en 1959, seguirá siendo una referencia indispensable de los últimos 40 años de la escena europea.
Posteriormente, en 1965, el Laboratorio de Opole se trasladó a Wroclaw y cambió su nombre por el de Instituto de Investigación del Actor, sin duda más acertado.
En realidad, la actividad de Grotowski era, esencialmente, investigadora de los turbulentos procesos de la creación actoral; basó su teoría y su práctica en la centralidad del actor; y en el concepto de teatro como una conducta, como una religión de la austeridad y de la pobreza, entendiendo como tal la ausencia de retórica y la sobriedad de medios.
En este aspecto bebe de Stanislavski y su despojamiento a través de la memoria emocional; en su utilización del cuerpo, como fuente de energía y como expresión más acabada que la expresividad verbal, se rinde a las teorías de Artaud.
Dejó escrito todo esto en un libro que, en los últimos 60 y primeros 70, fue una especie de Biblia de las vanguardias: Hacia un teatro pobre. La autoridad de Grotowski es tal que obligó a decir a Peter Brook: «Grotowski es único. Nadie ha investigado la naturaleza de la actuación y la ciencia de sus procesos mentales como él». Teatro pobre, teatro ritual.
No sólo las turbulencias mentales del acto creador, también las relaciones entre el actor y el público, las resumía este polaco heterodoxo y genial de la siguiente manera: «La nuestra es una vía negativa (...), es la destrucción de obstáculos. (...) Trato de romper la resistencia que el organismo del actor opone a los procesos psíquicos».
5 comentarios:
Durante un largo periodo de mi vida estuve enrolado en un grupo teatral aficionado, y también hice algún curso con distintos directores, y la obra de Grotowsky, especialmente una que creo que se titulaba Hacia un teatro pobre, estuvo entre mis lecturas de cabecera.
Un saludo.
Gracias Alfredo por tu comentario.
Grotowsky es todo un maestro.
"Hacia un teatro pobre" fue un manual de su primera época, despues vinieron otras investigaciones, igual de interesantes
un abrazo.
¡Gracias por ilustrarnos!¿Qu{e maravilla conocer y reencontrarse con autores que parecían se habían quedado olvidados en nuestras privadas bibliotecas!
Un placer estar aqui.
Saludos,
Migdalia
Hola me ha alegrado mucho encontrarme con este blog.
He recurrido en varias ocaciones a "Hacia un Teatro Pobre", quisiera saber, como haces mención en respuesta a un comentario, si las investigaciones posteriores están registradas, si es el caso, podrías darme algún dato por favor.
Muchas gracias desde ya...
Hola Natalia, ¡¡que alegría desde Chile!!, para Internet no existen distancias, es una maravilla.Bueno intentaré responder a tu pregunta. Grotowski como tantos creadores pasa por diversas etapas. Él ante todo era un investigador,a grandes rasgos te cuento: después de la época de laboratorio, pasa por el "teatro de las fuentes", mantiene contacto, entre otros, con Nicolás Núñez (UNAM de México) hay mucho escrito sobre "la pandilla sagrada", Peter Brook, Schechnner... Hay otra parte de Grotowski que se centra en las "Acciones físicas" un alumno suyo T. Richards, escribió "Trabajar con Grotowski sobre las acciones físicas", es un manual muy práctico, un fascinante testimonio de casi una década de trabajo, te lo recomiendo es muy bueno, es otro Grotowski.
a grandes pinceladas, espero que te sirva un abrazo desde Málaga, España
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