miércoles, 28 de noviembre de 2012

sábado, 10 de noviembre de 2012

Preparando el nuevo montaje

Preparando el nuevo montaje

sábado, 3 de noviembre de 2012

El Teatro Emocionado


Hacia una poética de la emoción:

Creo que con  el teatro no tenemos que buscar transformar el mundo sino transformarnos a nosotros mismos
Necesitamos emocionarnos para trabajar y con ello emocionar al espectador.
Buscar textos que muevan algo aquí dentro, que remuevan, que escuezan.

Nuestra vida de hombres civilizados está enferma y nuestro arte también, solo podemos devolverle la salud removiendo los cimientos, devolverle su humanidad y desde el círculo, el elemento crucial de la vida, pretendemos expresar esos pensamientos que han sido aniquilados por la prisa, por el oscurantismo, por el silencio.

El teatro es humanización, es juego, experiencias, es compartir, es progresión, trasgresión, encuentro, asamblea, vida.

El Círculo según la mitología proviene del sol y es el elemento crucial para la existencia de la vida en la tierra,

Un Círculo se cierra en sí mismo y por ello representa la unidad, lo absoluto, la perfección.

La redondez es sagrada por ser la forma más natural, es la forma que contiene a las demás formas.

Tal vez en eso se encierran los intereses de Círculo Teatro, buscar lo absoluto, la perfección, la magia de la unidad. Un nombre demasiado pretencioso, por ello podemos decir “que nos juzguen más por la ambición que por las metas”. Nos mueve la ambición de seguir descubriendo y contando historias  y emocionarnos.

Una de las características principales de Círculo-Teatro es la disciplina y la entrega a cada nuevo proyecto.

Círculo no es solo un teatro en busca de valores plásticos, ni de reivindicación social o política, sino un teatro de actores deseosos de encontrar una renovación total en ellos, en su modo de abordar los textos y en el método escénico.

La poética de Círculo se encamina en tres proyectos:

Círculo pretende, en uno de sus proyectos; “El teatro emocionado” acercarse a la palabra como vía ineludible de comunicación.

Por un lado pretendemos devolverle a la palabra su valor. En nuestro teatro emocionado, nos emociona la lectura de grandes obras de nuestro tiempo. Grandes personajes con dramas que desean ser desvelados. Investigamos distintas formas teatrales, utilizando el texto como principal vía de comunicación con el espectador. Nos preocupan los temas sociales, humanos y universales.

Abordamos la construcción en distintos espacios desde la cercanía de un teatro íntimo, el teatro de salón, las cuevas, las criptas, hasta el atrevimiento de las ruidosas salas convencionales.

Pensamos que cada espectador necesita su propia idea del espacio, aunque  el motor inicial fue el círculo, la cercanía. Un público instalado alrededor constituye una realidad auténtica, viva, opuesta a la pasividad de las butacas. Pero creemos que con nuestro teatro emocionado podemos reducir la pasividad de un teatro oficial  a un auténtico desafío.

El teatro nos ha enseñando a andar derechos y a expresar. La idea de un teatro que se realice como obra de arte en sí misma nos conmueve.

No tememos ser tachados de subalternos de la literatura, de segundones, porque esa unión, la del dramaturgo y el actor, es necesaria. No por eso se pierde el sentido de la libertad creadora y la fuerza de sus particularidades formas de expresión y de acción.

Círculo también se aleja de la literatura y se emociona investigando en distintos espacios por ello nos embarcamos en otro proyecto:

 “El Pespunte”, desde la definición del término: Labor de costura, con puntadas unidas, que se hacen volviendo la aguja hacia atrás después de cada punto, para meter la hebra en el mismo sitio por donde pasó antes, hemos decidido abordar nuestras creaciones desde esa perspectiva, hilvanar distintos espacios desde la acción, el sonido, la forma, el movimiento, los sentimientos, el objetivo, las situaciones, la palabra y el silencio.

Partimos de las improvisaciones y el pespunte con un sentido de costura correcto, partimos de situaciones escénicas insólitas, asociando lo dispar que se hace esencial y  con una lógica autónoma.

No nos sentimos decepcionados, ni estamos enfermos para curarnos, estamos ilusionados y emocionados de poder hacer lo que hacemos. El teatro ha sido siempre así: echar hacia fuera, sin cuidar lo de dentro.

Creemos que lo más difícil de la profesión es sentirnos de nuevo y continuamente ilusionados, de seguir buscando, de seguir investigando para saciar la necesidad, para calmar la inquietud que pudiera tener ese adentro de lo que podríamos llamar  alma.

Al mismo Stanislavski le sucedía cuando decidió hacer  teatro en su propia casa para seguir investigando e incluso  Molière que pese a sus grandes dificultades económicas, ya en 1645 su proyecto fracasó rotundamente por falta de medios, insistía en seguir investigando y defendiendo sus ideas acerca del teatro.

Diderot nos decía que el teatro es un recurso y que nadie se hacía actor por el deseo de ser útil en la sociedad y servir a su país.

Hacemos esto porque es lo que queremos hacer sin más pretensiones que la de ponernos retos a nosotros mismos.

Sólo  gracias a una fe ilimitada y el apoyo incesante de nuestra voluntad podemos seguir ilusionados.

No estamos decepcionados porque nadie prometió nada antes, no había expectativa sobre algo que no se nos ha dado. La voluntad creadora es el único motor, recordemos "El Viaje Entretenido" de Agustín Rojas y ese devenir siempre iracundo del teatro. Nadie promete nada y si llegamos hasta aquí y seguimos es por puro desafío de los elementos y la ilusión de la creación que nos acompaña.

Uno se decepciona cuando hay desengaño, cuando hay promesas no cumplidas, en nuestro caso no, nadie prometió, lo que se nos dé será bienvenido con mucha ilusión, con entrega y con mucha, mucha emoción, en nuestro Teatro Emocionado

En el Viaje entretenido nos dice Agustín de Rojas, refiriéndose a las formaciones de comediantes, los farsantes de la farándula, la bojiganga, la garnacha, el bululú, el ñaque...:

Yo me admiro cómo es posible que puedan estudiar toda su vida y andar caminando siempre, pues no hay trabajo en el mundo que pueda igualarse a este, oír tantas necedades, oír tantos pareceres, contentar a tantos gustos y dar gusto a tanta gente”

 
Seguiremos hablando de nuestro teatro emocionado

                                                                                                                                           Blanca