sábado, 3 de octubre de 2009

Claves para la interpretación en el nuevo teatro del S.XX

* Entra en crisis el concepto de personaje.
* El personaje es deformado, pierde su silueta. Incluso se le intenta hacer desaparecer sustituido por efectos especiales.
* Capacidad de desdoblarse entre actos y pensamientos.
* Capacidad de diluirse o fundirse con los objetos.
* Orientación hacia el circo y el music-halI.
* El actor debe ser acróbata, payaso.
* Debe ganarse al público desde el principio y hacerIe partícipe.
* Debe poseer sentido del ritmo y de la comicidad.
* Saber cambiar velozmente de traje, de maquillaje, de personalidad.
* Saber cantar, bailar e imitar.
* Saber adoptar acentos diversos, locales y extranjeros.
* La actuación ha de ser clara, concisa e impecable.
* Capacidad de improvisación y de réplica.
* Saber jugar con el público.
* Entrega total para llenar el escenario él sólo.
* Dominio del gesto y la caracterización externa.
* Identificación con "el todo simultáneo" que es el escenario.
* Búsqueda de una voz especial, intensidad vocal máxima, sonidos guturales...
* Dominio de la mímica y del uso de la máscara.
* Estar preparado para lo imprevisto, tener senido de la provocación.
* Capacidad de exploración de las zonas del subconsciente más ocultas y su libre manifestación.
* Utilización de efectos escénicos, de los juegos de manos, los trabalenguas, las pantomimas y los gags del cine mudo.
* Utilización de proyecciones filmicas, collages y fotomontajes.
* El actor debe trabajar la capacidad de saber perder los registros humanos y saber expresar al ser preconsciente o incluso al mismo animal. Recuperación de la primariedad mucho más allá de las convenciones culturales.
* En el teatro del absurdo no hay caracteres, personalidades coherentes. Es por tanto imposible que el actor se identifique con el personaje que le toca encarnar, dando lugar a una forma distanciada de interpretación distinta a la de Brecht.
* El actor recibe el sentimiento de absurdo, de extrañeza, de sinsentido que la conducta de ese personaje sugiere, y busca fórmulas para expresar ese sentimiento: voces antinaturales, de extrañas resonancias, entonaciones angustiosamente monótonas, cambios bruscos de tono en un mismo parlamento, desajustes entre tono y situación,
Falta de adecuación entre situación y expresión gestual.
* Cuestionamiento de la identidad del personaje.
* Utilización del humor negro y del terror.
* Siendo teatro de la provocación, desconcertar al espectador debe ser uno de los objetivos escénicos sin caer en insistencias exageradas que pueden mermar la eficacia de este tipo de recursos.

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