LA CONTRADICCIÓN QUE TRAJO LA TECNOLOGÍA
Se define como teatro contemporáneo aquel que se hace eco de la época en que vive, que se preocupa de contar lo que ve a su alrededor, que explora nuevos lenguajes. Aclarado esto, es evidente que resulta inseparable lo contemporáneo de lo innovador. Lo contemporáneo busca formas nuevas y para ello rebate los discursos añejos, lo cual suele ser violento. Justamente la esencia de ese teatro, la contemporaneidad, complica su definición objetiva; sin embargo, sí puede hablarse de una investigación en nuevos lenguajes que incluyen todos los elementos tecnológicos actuales: creaciones audiovisuales, sonidos hechos por ordenador, vídeos descargados de Internet... Esta tendencia insoslayable se ha gestado durante el siglo XX y ha supuesto una de las contradicciones más fuertes de la historia del teatro en cuanto a cómo relacionar texto y puesta en escena.
(Alejandra Garrido)
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